4.1 Temas Teológicos de los Escritos

El Pentateuco y los libros históricos en su gran mayoría son narraciones históricas desde la perspectiva divina. Los libros proféticos también contienen partes narradas, pero incluyen mucho más poesía. De todas maneras, en su mayoría comunican su mensaje desde la perspectiva divina. En la sección de los Escritos, encontramos literatura escrita desde la perspectiva humana y desde la perspectiva de la creación no-humana. Por eso, esta sección de la Biblia Hebrea agrega mucha información nueva a los temas ya mencionados y añade otros hilos nuevos al tapiz que estamos descubriendo a través de este estudio.

3.1.2. Dios y el ser humano

El Pentateuco y los libros histórico-proféticos revelan la verdad acerca de Dios a través de sus acciones y sus palabras desde una perspectiva divina. Los Salmos presentan testimonios personales, basados en las experiencias humanas que revelan la verdad acerca de Dios. Todo el rango de emociones humanas aparece en los Salmos en el contexto de una relación íntima con Dios, lo cual enriquece las verdades teológicas ya conocidas en el resto del AT con la reciprocidad humana.

Varios de los libros proféticos comparan la relación entre Dios y su pueblo con la relación entre el hombre y su esposa en el matrimonio. El libro de Cantares enriquece esa comparación con poesía sublime que celebra el amor entre la pareja. De esta manera resalta la intensidad del amor de Dios para su pueblo y la profundidad del amor que el pueblo de Dios debe sentir hacia Él.

Las primeras dos divisiones del AT (Torá y profetas) afirman la soberanía de Dios sobre la creación y sobre su pueblo escogido. Daniel extiende el concepto de su soberanía para incluir los gobiernos de naciones paganas. En Daniel, los reyes paganos que ejercían autoridad sobre el pueblo de Dios están firmemente bajo el control de YHWH.

3.1.3. Conocer a Dios

La manera de conocer a Dios y relacionarse con Él empezó a cambiar cuando el pueblo fue llevado al exilio. No tenían el templo y por eso el sistema de sacrificios no pudo funcionar. En Esdras-Nehemías, hay un énfasis nuevo sobre conocer la Palabra escrita y llevarla a la práctica como una manera de conocer a Dios y servirle. En esta época, el pueblo judío empezó a adquirir la característica de ser un pueblo formado y sostenido por las Escrituras.

3.1.4. Obediencia/desobediencia

Es claro del resto del AT que la consecuencia de la desobediencia es la maldición. El sistema de sacrificios fue instituido para expiar el pecado y hacer posible en alguna medida la reconciliación con Dios. Algunos profetas criticaban el ritualismo de ofrecer sacrificios sin un arrepentimiento de corazón. Los Salmos y el libro de Crónicas afirman que Dios acepta a la persona que se humilla y se arrepiente de corazón aun en circunstancias donde no existe un sacrificio prescrito para un pecado flagrante (Salmo 51:16). Varios Salmos expresan la idea de que la peor consecuencia de la desobediencia es el estar separado de Dios.

3.1.5 Bendición/Maldición

El tema de buscar a YHWH (consulte el apartado 14.2.10) afecta también el principio de bendición/maldición como consecuencia de obediencia/desobediencia, porque, es evidente que la bendición depende de algo más profundo que solo conformar el comportamiento externo a una lista de reglas. Es más bien una actitud integral de entrega a la voluntad y señorío de Dios que produce como resultado la bendición.

En el libro de Job, el acusador sugirió que el principio de bendición/maldición como consecuencia de obediencia/desobediencia era una manera coercitiva de conseguir la obediencia y que Job estaba motivado al buen comportamiento solo por la promesa de una bendición consecuente. La narración muestra que el principio está bien y es vigente a pesar de la acusación del “satán”. Job estaba motivado por su propia integridad. En ningún momento hizo reclamo por sus riquezas perdidas o sus familiares que habían muerto. Reclamó su integridad e inocencia. El libro también muestra que solo Dios el Creador tiene la sabiduría y el conocimiento para administrar el principio. Solamente Dios entiende cada aspecto de su administración en esta creación afectada por la maldad.

El libro de Job y algunos salmos hablan del sufrimiento físico de una persona inocente, Lamentaciones habla del sufrimiento físico como consecuencia del pecado, y Proverbios habla del principio de bendición/maldición que opera en forma sencilla en la mayoría de los casos. Eclesiastés complementa estos casos de sufrimiento al examinar el sufrimiento intelectual que pretende examinar la vida sin “temor a YHWH”.

3.1.6 Dios toma la iniciativa y elige

Los libros de Rut y Ester resaltan la providencia de Dios al ordenar las circunstancias y detalles de la vida para que su propósito se cumpla. Dios conservó la línea genealógica de Jesús a través de Booz y Rut. En el libro de Ester, vemos que Él protegió a su pueblo de una masacre planeada por Amán. En estos libros, Dios obra en forma implícita. Los autores no dicen que Él es la causa atrás de los eventos. Tampoco encontramos a Dios interviniendo a través de encuentros personales con los seres humanos (como en el Pentateuco y Jueces), ni tampoco a través de oráculos proféticos (como en Samuel y Reyes). En los escritos, Dios sigue actuando, pero su forma de actuar se manifiesta de distintas maneras.

3.1.7 El ser humano decide

Tanto Salmos como Proverbios recalcan lo que el resto del AT enseña acerca de los dos caminos: uno que lleva a la vida y el otro a la muerte. El libro de Daniel aplica este principio a los gobernadores paganos quienes tienen que elegir si van a gobernar en sometimiento a Dios o no. Daniel 10:13 da a entender que los gobernadores que no se someten a Dios estarán bajo la influencia de algún tipo de poder espiritual maligno, y que existe una lucha espiritual que está paralela a lo que ocurre en el mundo físico.

Ester 4:13–14 ilustra el equilibrio entre la iniciativa y soberanía de Dios y la necesidad del ser humano de decidir. Dios, en su providencia, organizó todo para que Ester pudiera salvar al pueblo, ella tuvo que decidir arriesgarse para hacerlo.

3.1.8 Promesa/Pacto

Esdras-Nehemías enfatiza la continuidad de lo narrado en el Pentateuco y los libros históricos con la situación de los que regresaron del exilio. El altar y el templo están en el mismo sitio, ofrecen los mismos sacrificios en la misma forma, las genealogías muestran que los sacerdotes son descendientes de sangre de Aarón. Después de leer la ley de Moisés celebran la Pascua de la misma forma que antes y luego renuevan el pacto con Dios. Malaquías y Crónicas también demuestran que el pacto todavía está vigente, pero no aclara cómo Dios va a cumplir con sus promesas.

3.1.9. Santidad/Descanso/Presencia de Dios

Los Salmos exponen en forma personal la gran bendición de experimentar la presencia de Dios: “Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios que morar en las tiendas de impiedad” (Salmo 84:10). Por otro lado, muestran que lo peor es alejarse de Él: “No me eches de tu presencia, y no quites de mí tu santo Espíritu, restitúyeme el gozo de tu salvación, y sostenme con un espíritu de poder” (Salmo 51:11–12).

El tabernáculo, y después el templo, fueron los lugares donde el pueblo pudo experimentar la presencia de Dios a través de fiestas y rituales. Crónicas agrega la alabanza y la música a los sacrificios como un medio de disfrutar la presencia de Dios en el templo. La salida de la gloria de Dios del templo y su destrucción por los babilonios puso fin a estas maneras de experimentar la presencia de Dios. Parece que la gloria de Dios se fue al exilio con su pueblo algún tiempo antes de la destrucción del templo (Eze 10–11), confirmando que el tabernáculo representa mejor cómo experimentar su presencia porque es portátil.

En el exilio, parece que el pueblo de Dios puso más importancia a las Escrituras como una manera de experimentar la presencia de Dios, porque en Esdras-Nehemías, ese énfasis sobre leer y llevar a la práctica la Palabra continuó. El templo fue reconstruido, pero la gloria de Dios no volvió allá.

3.1.10 El Dios de los ejércitos

La frase “Dios de los ejércitos” aparece por primera vez en los libros históricos (1 Samuel 1:11) y los libros proféticos usan la expresión con frecuencia. Esta frase enfatiza el poder de Dios como un guerrero que lucha por la justicia y que hace juicio justo. Muchos Salmos piden el justo juicio de Dios y a veces el pueblo de Dios es el instrumento para realizarlo. El libro de Ester termina con una venganza que los judíos realizaron contra sus enemigos en un contexto que hace esa venganza semejante al jérem declarado siglos antes contra los amalecitas y el rey Agag.

La autoridad de Dios aun sobre los seres celestiales se hace evidente en el libro de Job, donde Dios preside sobre un concejo en el cielo. El otro protagonista espiritual del libro, “el satán” no puede hacer nada más ni nada menos que la voluntad de Dios. En el libro de Daniel, los ángeles de Dios se oponen al “príncipe de Persia” que aparentemente es un enemigo espiritual de Dios.

3.1.11. La relación con Dios continúa después de la muerte física

Este tema es nuevo para los Escritos. Aunque David abrió la puerta a la idea de algún tipo de existencia consciente después de la muerte cuando el bebé que concibió con Betsabé murió (2 Samuel 12:23), no existen indicaciones claras en el Pentateuco ni en los libros históricos acerca de qué pasa después de la muerte. En cambio, Proverbios 23:17–18 y 24:19–20 afirman que hay un futuro y una esperanza para los que andan con Dios en esta vida. Daniel 12 habla en más detalle acerca de una resurrección general y un juicio después.

3.1.12 Buscar a Dios

Crónicas introduce el tema de “buscar a YHWH” como una profundización de lo que es la obediencia a Dios. Este concepto en Crónicas pasa más allá de obedecer la letra de la ley. Promueve el vivir en dependencia de Él. Las características de la persona que busca a Dios en Crónicas son: la oración, el consultar a Dios para la toma de decisiones, la dependencia de Él en situaciones de crisis, el dar gloria a Él en alabanza y adoración y humillarse ante Dios en arrepentimiento cuando peca. Los ejemplos de David y otros reyes dan una enseñanza inductiva de lo que significa buscar a YHWH y lo que significa abandonar a YHWH.

3.1.13 Sustitución

El tema de la sustitución no recibe mucha mención en los Escritos. En Esdras-Nehemías, el sistema de sacrificios fue restablecido, pero en esta literatura, el énfasis está sobre guardar otros aspectos de la ley (matrimonios, no cobrar interés, no tener esclavos judíos, no profanar el sábado). Estas cosas son indicaciones del cambio que estaba sucediendo en la manera de experimentar la presencia de Dios.

3.1.14 Tierra

En Esdras-Nehemías, el pueblo volvió a la tierra, pero las cosas habían cambiado: no había rey; pagaban impuestos y estaban bajo el dominio de un gobierno pagano. La tierra ya no representaba el Edén, porque la experiencia del pueblo allá en la tierra fue todavía la de estar en exilio. Por eso, Zacarías, Malaquías y Daniel terminan sus libros proyectándose hacia el futuro distante expresando la esperanza de un mesías (ungido) como David que restauraría la bendición de la tierra para el pueblo.

3.1.15 Ministerio profético

Algunos Salmos contienen profecías predictivas acerca del mesías (Salmo 2; 22; 110; 118 por ejemplo). Hageo y Malaquías ejercen el ministerio profético según la forma tradicional, denunciando la pereza del pueblo para reconstruir el templo, y prometiendo bendición si ellos empiezan a trabajar con fe y esperanza. Zacarías es un libro transicional entre el ministerio profético y la literatura apocalíptica, pues tiene rastros de ambas formas. Daniel 7–12 es el primer ejemplo de literatura apocalíptica que ya no predice que Dios va a actuar a través de instituciones humanas, sino a pesar de ellas y en forma independiente y autónoma. Va a actuar como actuó en la creación.

3.1.16. Ministerio de intercesión/oración

En el Pentateuco, y los libros históricos, la intercesión es la forma principal de oración que se observa. Los Salmos introducen otras muchas formas de oración: imprecación, agradecimiento, petición personal, lamento, queja, alabanza, y arrepentimiento. Lamentaciones es una oración extendida a Dios. Muchos de los discursos de Job son en realidad oraciones a Dios. Daniel demuestra una forma de orar con ayuno a Dios reclamando una promesa de las Escrituras. Crónicas presenta a varios reyes humillándose y orando a Dios en momentos de crisis y recibiendo socorro oportuno y milagroso.

En los Escritos, la oración no manipula a Dios. El Salmo 37:4 dice, “Pon tu delicia en YHWH, y Él te dará las peticiones de tu corazón”. Si mi delicia está puesta en YHWH, lo que yo quiero es lo que Él quiere porque mi corazón está tan ligado a Él que su voluntad es mi delicia. La oración no cambia a Dios, sino que nos cambia: nos hace más y más como Él. 2 Crónicas 7:14 expresa el principio fundamental de la oración: “[si] se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra”. El secreto del poder en oración, según los Escritos, es humillarse, buscar a Dios, y arrepentirse del pecado.

Las oraciones de Job muestran que es posible ser totalmente sincero con Dios sin ofenderle. Job habla en una forma muy abierta acerca de sus sentimientos y dudas. Dirige todo a Dios en la esperanza que solo Él puede proveer una solución a sus problemas. Las oraciones de Job muestran que la fe no es la ausencia de dudas y miedo, sino el actuar a pesar de toda duda y miedo.

3.1.17 El remanente

El concepto del remanente surgió por primera vez en los profetas. El libro de Rut ilustra el concepto aun en la época de los jueces, porque demostró que en medio de una sociedad corrupta existían unos personajes temerosos de Dios que Él usa para conservar la línea genealógica de Jesús. Ester y Rut muestran que un aspecto de la teología del remanente es la costumbre de Dios de producir un resultado que está en contra de lo esperado. En Rut, una extranjera moabita llega a ser el ancestro del rey más destacado de Israel. En Ester, los ricos y poderosos son humillados ante el pueblo de Dios que está en exilio en una nación extranjera.

El libro de Ester empieza la transición del pueblo de Dios como una entidad política al pueblo de Dios como una minoría dispersada en un mundo pagano. Esta transición anticipa la iglesia que estará formada de personas de todas las naciones, dispersadas a través de todo el mundo.

3.1.18 El rey

El reino de Dios estaba implícito en las primeras dos secciones del AT. Sobre los reyes de Israel y Judá estaba el verdadero Rey. Salmos presenta a Dios como el verdadero Rey, no solamente de su pueblo Israel, sino de todo el universo. Las visiones al final de Daniel refuerzan esta idea de su soberanía aún sobre reyes paganos y presenta el Reino de Dios como el propósito final (escatológico) de Dios.

3.1.18. Sufrimiento

Los Escritos desarrollan una teología compleja del sufrimiento, al examinar el tema desde todos los ángulos. Los salmistas con frecuencia se quejan de sus sufrimientos y lamentan las circunstancias tristes y aparentemente injustas de sus vidas, pero celebran la fidelidad de Dios y afirman que Él es la fortaleza y refugio para todos los que confían en Él. Los Salmos muestran que Dios en su soberanía permite que el ser humano se rebele contra Él y a veces por algún tiempo prospere en esa rebeldía, pero a la vez afirman que esa rebeldía tendrá al final justas consecuencias.

El libro de Job trata el caso de sufrimiento que no es causado en forma directa por el pecado del que está sufriendo. Enseña que Dios es el único que entiende el porqué del sufrimiento y el único que puede resolver el problema. También enseña que el sufrimiento humano es limitado en tiempo. Además, este libro nos orienta acerca de cómo acompañar al que sufre.

Eclesiastés habla de sufrimiento intelectual cuando una persona intenta entender el significado de la vida sin tener en cuenta el temor a YHWH. Este libro muestra que es imposible llegar a conclusiones correctas acerca de temas espirituales sin tener en cuenta la revelación divina.

Lamentaciones es un ejemplo del sufrimiento merecido. La destrucción de Jerusalén fue causada por la rebeldía del pueblo de Dios (aunque si el autor de Lamentaciones fue Jeremías, él personalmente no participó en esa rebeldía, sino que la denunció). Lamentaciones nos enseña que cuando sufrimos por nuestra propia desobediencia es necesario confiar en la misericordia de Dios, confesar el pecado y arrepentirse.

Daniel habla del sufrimiento causado por la obediencia a Dios en contra de los mandamientos de un gobierno u otra autoridad pagana. Muestra que el único camino es desobedecer al gobierno cuando sus leyes contradicen la Palabra de Dios. Las acciones de Daniel y sus amigos nos enseñan que es necesario también aceptar las consecuencias legales (hasta el peligro de la muerte) sin quejarse u oponerse. Dios puede liberar a su siervo obediente, pero no hay garantías de que lo va a hacer.

3.1.19. Tiempo

Los Salmos presentan una teología implícita del tiempo. El pasado testifica de la fidelidad de Dios, esto nos fortalece en el presente, para poder enfrentar el futuro con esperanza. Esto hace un equilibrio con el tono pesimista de Eclesiastés que mira hacia el futuro sin tener en cuenta la revelación de Dios y no puede ver nada más allá de la muerte física. El último capítulo de Daniel confirma la esperanza optimista expresada aun en los salmos de lamento respecto al futuro.

RELACIÓN ENTRE TEMAS

Ciertos temas, como el sufrimiento y el concepto de “buscar a Dios”, surgen por primera vez en los Escritos, porque es imposible describir su realidad en forma abstracta. Otros temas reciben un trato distinto por el cambio de perspectiva. Los Escritos revisten los huesos de doctrinas abstractas con carne y piel. Vemos lo que ojos humanos ven y escuchamos lo que oídos humanos oyen. Lo que antes habíamos entendido intelectualmente, ahora lo podemos sentir en el corazón. Antes sabíamos cosas acerca de del Dios del AT, ahora le conocemos personalmente. Las primeras secciones del AT enseñaban acerca de Dios con historias humanas; la última sección nos presenta personalmente a Dios con voces humanas.

Lo que observamos a lo largo del recorrido por el AT es que el estado de perfección donde Dios y el ser humano se relacionaron con intimidad y confianza solo duró un tiempo relativamente corto, y la iniciativa de Dios para superar el problema del pecado y restaurar a cierta medida la relación con sus criaturas ha durado miles de años. Algunos seres humanos ejemplares logran un acercamiento excepcional a Dios: Noé, Abraham, Moisés, David. Aún ellos cometían fallas y tenían que pagar las consecuencias de su desobediencia.

Dios se comprometió por medio de un pacto con la nación de Israel y proveyó para ellos la manera de vivir más cerca de Él a través del tabernáculo y ciertos rituales. Pero a lo largo del tiempo, los afanes de la vida llegaron a ocupar más tiempo y las cosas de Dios menos. Al final del AT, el profeta Malaquías acusa al pueblo de considerar los rituales como fastidiosos, y Dios declara que mejor sería cerrar para siempre las puertas del templo.

En medio de esta indiferencia y hostilidad, Dios se mantiene fiel a su compromiso y retiene un remanente de personas que anhelan estar en su presencia y se esfuerzan para mantenerse sin contaminación del mundo. Las personas apartadas de Dios a veces causan sufrimiento para aquellos que le buscan en verdad, pero Dios es para ellos su protección en tiempos pasados, su refugio en el presente y su esperanza para el futuro.

Al final del AT, la situación del pueblo de Dios es tan crítica como lo fue al final de Jueces y al final de los libros históricos. Ya regresaron del exilio, pero todavía sirven a un rey pagano en lugar de un descendiente de David. Reconstruyeron el templo, pero no menciona que la gloria de Dios volvió a llenarlo. La voz profética está silenciada durante más de 400 años (un período de tiempo más o menos igual a la esclavitud en Egipto). La última palabra profética anuncia que Elías aparecerá antes del día de YHWH para que Dios no vuelva a maldecir a la tierra. También esa voz aclara que Dios tiene un libro de memoria de “los que temen a YHWH y para los que estiman su nombre” y que Él tendrá compasión de ellos (Malaquías 3:16–17).

Scroll al inicio