Desde mi perspectiva los consejeros cristianos pueden equilibrar la orientación espiritual con los principios psicológicos al abordar problemas como la depresión y la ansiedad de la siguiente manera:
a) Dar prioridad a los principios y fundamentos bíblicos, presentando pasajes de la Biblia sobre el poder liberador de Dios. Ejemplo: Salmos 30:11 “Dios ha cambiado nuestro lamento en baile”, Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis afanosos…” Considero que la exposición a la Palabra es poderosa y ésta no regresa vacía a quien la escucha y la necesita.
b) Aplicar principios psicológicos que no entren en oposición o contravengan los principios bíblicos.
c) Más que un equilibrio es propiciar una complementariedad de acciones y principios como la oración, el acompañamiento, la escucha activa, la confidencialidad, la lealtad, la empatía, la compasión, el amor, el perdón, los cuales tienen su raíz en verdades y principios espirituales.
El consejero cristiano más que un profesional de la sicología es un enviado e instrumento de Dios para traer sanidad, restauración y liberación a las personas que atraviesan depresión y angustia.
Bendiciones!
