Esta carta fue escrita por el apóstol Pablo. Dos veces menciona su propio nombre (1:1; 3:17). La evidencia interna de la carta misma y la evidencia de los primeros padres de la Iglesia no dejan lugar a dudas de que Pablo la escribió.
La segunda carta escrita a los cristianos de Tesalónica fue probablemente escrita poco después de la primera. Por ello, también fue escrita desde Corinto, alrededor del 51 d.C.[1]
La principal razón para escribir esta carta era confrontar un error en la iglesia en Tesalónica. Primero, Pablo tenía la necesidad de corregir el error doctrinal de que el día del Señor” (la tribulación) ya había llegado. Segundo, veía necesario tratar la cuestión de la disciplina de los creyentes problemáticos.
I. Instrucciones tocantes a las cosas futuras (1:1–2:12)
A. Una explicación acerca de la persecución presente (1:1-12)
B. Razonamientos acerca del día del Señor (2:1-12)
II. Instrucciones tocante a responsabilidades presentes (2:13-3:17)
A. El aliento a proseguir (2:13-17)
B. La exhortación a orar (3:1-5)
C. La exhortación a corregir problemas (3:6-15)
III. Conclusión (3:16-18)
Pablo se enteró de que los creyentes seguían sin ver con claridad lo que les había enseñado respecto a los acontecimientos futuros. Esta carta da una explicación más plena del regreso del Señor y del “día del Señor”. Pablo demuestra que no estaban en la tribulación (a pesar de su persecución y de la enseñanza de algunos).
Esta epístola contiene una importante información acerca del Anticristo. El Anticristo es un hombre que llegará a ser un gran líder político en los últimos días, siendo la figura humana dominan-le en el período de la tribulación. Aunque es un líder político antes de la tribulación, es la firma de un tratado con la nación de Israel, lo que le marca como el Anticristo y da inicio a la tribulación. Será un hombre de grandes capacidades naturales. pero también estará energizado por Satanás. Estará agresivamente opuesto a Dios, y será responsable de la muerte de millones del pueblo de Dios. Su vida y gobierno estarán caracterizados por milagros poderosos y engañosos, lo que resultará en que las multitudes le adorarán. Será el intento de Satanás de dar a este mundo un mesías antes que el Mesías, Jesucristo, venga a reinar a la tierra (p. Dn. 7:20-26; 9:24- 27; Mt. 24:15-24; Ap. 13:1-18: 17:12-17).
1. INSTRUCCIONES TOCANTE A LAS COSAS FUTURAS (1:1–2:12)
A. UNA EXPLICACIÓN ACERCA DE LA PERSECUCIÓN PRESENTE (1;1-12)
Aunque esta carta es menos personal que la primera, con todo Pablo da unas palabras de acción de gracias, expresando reconocimiento por su creciente fe (1:1-4). Luego alienta a estos creyentes en su tiempo de severa persecución, explicando que Dios conocía su situación y que retribuiría con juicio a los que les perseguían. Sus enemigos, que no conocían ni a Dios ni el evangelio, pagarán la pena de la ruina eterna. Este juicio tendrá lugar en la segunda venida de Cristo a la tierra (1:5-12).
B. RAZONAMIENTOS ACERCA DEL DÍA DEL SEÑOR (2:1-12)
Los creyentes de Tesalónica se sentían abrumados por la idea de que la tribulación ya había empezado. Aparentemente, algunos empleaban al mismo Pablo como fuente de esta idea (2:2). Pero Pablo les dijo que no estaban en “el día del Señor”. Hay tres acontecimientos, les dice, que han de tener lugar antes que pueda llegar este tiempo.
En aquellos tiempos habrá un gran apartamiento de la verdadera fe.
El que firmará un pacto con Israel será el AnticristoLa remoción del ministerio refrenador del Espíritu Santo. Nótese que el Espíritu, que es omnipresente, no abandona el mundo; más bien se quita su ministerio de refrenar el pecado. Por cuanto el Espíritu usa a la verdadera Iglesia de Jesucristo como medio de refrenar el pecado en el mundo, esto podría indicar que la Iglesia es quitada antes del comienzo del periodo de la tribulación. [2]Ninguno de estos acontecimientos había sucedido todavía. Pablo revela luego más verdad acerca del Anticristo (*el hombre de pecado”, “el inicuo”), enfatizando la naturaleza engañosa de las señales y maravillas que llevará a cabo. Estos milagros llevarán a muchos a creer “la mentira”. que es probablemente la idea de que el Anticristo es el Mesías.
I. INSTRUCCIONES TOCANTE A RESPONSABILIDADES PRESENTES (2:13–3:17)
Una vez más Pablo da las gracias por la salvación de ellos, y los alienta a proseguir en su fidelidad al Señor, mirando adelante a un futuro glorioso.
Pablo estaba profundamente convencido del poder de la oración, y pide que estos creyentes le apoyen con sus oraciones. De manera específica, quiere que oren por el progreso del evangelio y por la seguridad de los que lo proclaman.
C. LA EXHORTACIÓN A RESOLVER PROBLEMAS (3:6-15)
La iglesia es responsable de mantener su propia pureza. Por ello, Pablo manda a la iglesia que amoneste a los que no marcan el paso con la verdad. Si los creyentes no respondían, entonces debían ser tratados con mayor severidad.
[1] Charles C. Ryric, Primera y Segunda Tesalonienses (Grand Rapids, Editorial Portavoz, 1980), pp. 10-11
[2] Dwight Pentecost, Fventos del Parvenir (Deerlield- Editorial Vida 1977), pp. 201-212